miércoles, 10 de febrero de 2010

A puertas del San Valentín 2010

Todo por Valentín
(por Ginger Ale)

Cuenta la leyenda que en el siglo II en Roma un sacerdote decidió ayudar a que los soldados privados de contraer nupcias lo hicieran bajo su bendición a escondidas. El padre Valentín fue perseguido y torturado por ello, pero al estar en prisión su corazón fue preso de una cadena jamás pensada: se enamoró de la hija del carcelero.
Al darle clases y tras largas horas de charlas con la joven, Valentín conoció el amor y lo imposible. Por ello, un día antes de ser ejecutado en la horca le dejó un poema que decía: “De tu Valentín”. Desde entonces, el 14 de febrero, fecha de la muerte del sacerdote, se recuerda como el día del amor y para el amor.
Con los años algún bondadoso occidental le agregó a la celebración el nombre de “San Valentín, día del amor y la amistad”. Y digo bondadoso porque es indudable que para aquellos que no tienen pareja solo queda por el momento celebrar la amistad, aunque la mayoría de ellos se lamente por dentro o intente decir que odia la fecha.

Febrero es el mes de los locos y del amor decía el memorable escritor peruano Abraham Valdelomar porque también son días de carnavales. Hacia 1915 las parejas acudían a fiestas donde con serpentinas escritas con versos y poemas el cortejo se cumplía de manera más amable y romántica.
Hoy las galerías y tiendas lucen abarrotadas de objetos para regalar a la pareja y los restaurantes, pubs y hospedajes esperan quedarse sin cupo: el amor se ha mercantilizado. Si, mercantilizado porque días previos a esta celebración todos recibimos emails con publicidad indeseada, esa que te dice “Celebra San Valentín” en tal o cual lugar inolvidable.
Curiosamente este día es también usado por aquellos culposos y culposas, parejas que hace mucho dejaron de decir un “te quiero” o regalar una sonrisa. Hoy ese grupo numeroso de personas se levanta y al ver en las calles y revistas las ofertas de arreglos florales coge el celular o vía web pide uno para su olvidada pareja, le envía una migaja de amor, migaja porque el amor no es de un día, es para gente con más voluntad y deseo de reinventarlo a diario.
Esta noche los chicos o chicas que se portaron mal esperan ser perdonados. Un osito y una rosa para ellas o una billetera Guess para ellos ayudan en el asunto según los entendidos del marketing. Y luego de frases repetitivas como “tú eres la única o el único” todo se olvida porque San Valentín se impone y quedarse solo en casa viendo cable sería motivo de burla para los amigos.
Tristemente también es el día en que los y las amantes esperan que su pareja lo deje todo por ellos y así han pasado seis años o diez, esperando y esperando lo que nunca ha de llegar. Lo saben, pero prefieren callar para no arruinar la velada y fingir emoción ante el regalo bonito que recibirán.
La comunicación virtual será el consuelo de los que tienen novios (as) en otros continentes y de los que ni siquiera aún se han visto la cara. Eso parece no importar: ¡que viva el Messenger y el Facebook! es el lema de quienes se dirán frases amorosas de amor y amistad antes de admitir ¡no tengo ni un perro que me ladre!
Los solitarios y solitarias que lamentan haber perdido un amor o sufren por no hallarlo dicen pasarlo fatal, no quieren ni desayunar, mucho menos pisar la calle. Hasta apagan el celular porque aquella frasecita amiguito feliz día del amor y la amistad no la toleran y mucho menos si viene de la persona que no podrán tener.
Los precios elevados no resultarán obstáculo para quienes exigen su presente. La chicas fanáticas de Sex and the City esperan su bolso Armani, su cena de gala en algún lujoso restaurante y mínimo un hotel cuatro estrellas para que sus pies de princesa no rocen lo vulgar. Mientras que los chicos cool y metrosexuales esperan que ella lo entregue todo, y si a eso se une algo de un fino licor la noche promete.
El amor está en crisis, esta generación no sabe mucho lo que es querer. “Salen con alguien” hoy y mañana quien sabe. Sueltan un “te amo” sin pensar mucho en lo que dicen porque en menos de un mes la pareja actual puede tener reemplazo.
Todo hoy parece ser veloz y descartable, también el amor. Quizá hablan solo las hormonas porque el corazón no halla la forma, quizá el amor también se debe enseñar como curso primordial para vivir y esta fecha sería más auténtica.
El amor es creatividad y entrega, es chamba perpetua y como decía Borges requiere de actos fuertes y precisos, no se condiciona el dar según marque el calendario. Y es para valientes, para fuertes porque en el fondo amar es eso, prueba de resistencia para quienes llevan en el espíritu la osadía de mantenerse en pie a pesar del desaliento o el conflicto que va y viene como parte de la evolución natural de las relaciones humanas.
Querido amigo y amiga, si hoy te sientes solo ¡No te deprimas!, mucho menos te embriagues al son de “por ellas aunque mal paguen” o “quítame ese hombre del corazón”. Nada de eso, no es inteligente, mucho menos útil, más bien ¡prepárate para amar! mirándote por dentro, reconociendo todo aquello que necesitas mejorar para entrar en sintonía con lo que te mereces y con la magia de la luz que irradiaras hallar tu par cuando tenga que ocurrir. No desesperes, no salgas como loco este día y otros buscando y buscando porque si bien es perfecto socializar tu desesperación por miedo a tu soledad solo te dejará más deprimido que antes.
Valentín se impuso el 14 de febrero, pero si en el fondo crees en el amor aprende de su ejemplo. Valentín fue un héroe del amor, lo dio todo aún sabiendo que iba a morir, entonces recorre unos minutos tu vida afectiva y sabrás que hacer este día y todos los días que te queden por amar.
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Fuck you, Valentín
(por José Cuervo)


Si tengo que ir a un restaurante y anotarme en la lista de espera, si los cines están llenos, si en las hostales no hay ni una habitación para poder repetir el “te amo” que uno dijo en la puerta de este centro de esparcimiento: ¿para qué diablos pretendo hacer planes para el Día de San Valentín?
En el 2010, esta fecha tan “especial” cae domingo, por lo tanto las calles estarán abarrotadas desde el sábado de hombres con cara de idiota y de mujeres con una sonrisa que ha pasado de generación en generación desde que a alguien se le ocurrió armar a un rolludo pañalón blanquecino con arco y flechas con corazones.
Sería poco original hablar del márketing en festividades como San Valentín, Navidad o etcétera. Así que no lo haré. Punto aparte.

Solo queda escribir acerca de las expectativas. Y estas expectativas, en el caso que ahora tratamos, solo pueden darse en dos planos: tienes pareja, o estás más solo que la puta madre.
En el caso que tengas pareja, pueden darse variaciones: que la persona sepa que es tu pareja, que no se sepa que es tu pareja, o que por roche a la soledad digas que tienes pero en realidad deberías estar en el caso siguiente (personas que se sientan identificadas, retírense de este blog y no vuelvan nunca más).
En el caso que no tengas pareja, es más complicado: tu pareja cree que tú estás con ella; o con la persona que es tu pareja… no te da para tanto como para pasar con ella el Día de San Valentín, ya que esto es casi como un anillo de compromiso; o sales con dos o más personas que son tu pareja, pero “no lo son” (está claro esto, y si no lo entiendes, también sal de este blog ahora mismo). En este último caso: huye, inventa un viaje o una enfermedad contagiosa (si eres mujer, solo di que estás resfriada, ninguno de los patas se ofrecerá a cuidarte, a menos que uno de ellos sea un sátiro aguantado, y no te conviene; si eres hombre, más complicado, querrán ir a verte, así que olvida la enfermedad y vete de viaje).
Luego de esta separación de posibles casos podemos indagar en quiénes saldrán el día de San Valentín. A mi parecer y sugerencia (uno es libre de hacer de su vida una ridiculez), no debería salir nadie. Si eres mujer, no salgas; se te va a ver ridícula abrazada o de la mano de un sujeto que anda cargando oso, flores y chocolates por la calle como un huevón (y si alguien lo quiere defender diciendo que tiene personalidad, lamento decirle que no la tiene, la perdió hace mucho). Si eres hombre, no salgas; tendrás que gastar dinero en el oso, las flores y los chocolates que tendrás que cargar sonriendo como estúpido.
Ideas:
Si eres mujer con pareja: Cocínale algo y le das su regalito en privado (no en un hostal, porque no hay habitaciones, repito).
Si eres hombre con pareja: Compra una película pirata, algo que le guste a ella (El transportador, Rápidos y furiosos I o II o IV, porque la III es la peor, y obvia las pornos, es mala idea para este día), come con ganas lo que ella te prepare, y si sabes que su sazón es una porquería, llama a Bembos o Pizza Hut o compra Pizza Raúl, y le das su regalito en privado (no en un hostal, porque apuesto que estará llena).
Si eres mujer sin pareja: Quédate en tu casa; y si eres simpática, quédate en tu casa y piensa en mí, escríbeme.
Si eres hombre: Quédate en tu casa o sal a una cantina con tus patas (esos lugares no son frecuentados por la gente cursi, estarás a salvo con ellos ahí). Si, bajo tu responsabilidad, piensas ir a otro lado con tus amigos, evita conocer mujeres ya que se emborracharán, terminarán hablando de la mierda que fue su última relación, llorarán, vomitarán y será la peor noche de tu vida.
Así que piensa bien qué harás en San Valentín. Si quieres seguir mis consejos… felicitaciones. Y si no los quieres seguir… sal cómodamente con el millón de personas como tú.
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